jueves, 4 de octubre de 2012

CREÍ EN EL AMOR Y CREÍ QUE ME MORÍA.


Los 'para siempre' se los dejo a la luna. Porque eso de brillar cada noche nunca se me dio bien. Yo soy de esas que todavía duermen con la luz encendida, por si acaso el monstruo de debajo de la cama asoma la cabeza. Duermo tapada con la sábana hasta arriba por culpa de que no estás tú en mi cama.

Soy de las que se duerme acojonada, pensando en que mañana se despertará con el mismo puto infierno de siempre: el día sin ti. Veinticuatro horas tras veinticuatro horas sin tu sonrisa. 

Y, hazme caso, cuando te digo que eso es lo más jodido del mundo.