Cuando dices "hasta aquí, ya no más". Cuando ya estas más que tocada y hundida y ya nada puede ser peor y vas a "tu bola", con un "nada me importa" siempre en la mente... aparece alguien que cambia el juego por completo. Podría ser todo mentira o podría estar soñando, podría ser real o mágico. Especialmente en estos momentos es cuando más valoras la vida... Te das cuenta de que no es tan fácil estar en frente suya y que tu seas una de las razones de esa bonita sonrisa, pero son infinitas las veces que lo has hecho sin darte cuenta.

Son pequeños detalles que me hacen grande. Esos pequeños detalles que te hacen cada día más fuerte. Son esos ratitos a tu lado por los que a veces pagaría y los que hacen de los días más simples los más únicos, los que hacen que esté valorando la vida de este modo... Porque vivir es mucho más que respirar y que envidiar, vivir es pasar cada segundo contigo y morir después.

Podíamos haberlo vuelto a intentar, y haber vuelto a fracasar, y no habernos importado nada. Podíamos habernos quedado un poquito más, aunque quisiéramos irnos, ver el primero que lo mandaba todo a la mierda. Pero no volvimos a suceder. Y quizás sea mejor así, aunque los primeros días me quise morir y los de después también, pero ya no tanto. Y que el tiempo lo cura todo y de tu eras una piedra más en mi camino. Ahora lo entiendo todo mucho mejor, y me ha costado llegar hasta aquí y decirte que yo ya no. Que ya no. Que basta. Que eras mi mundo pero que ese mundo ha explotado. Que he conseguido desengancharme de ti.

Todo es diferente ahora, supongo que ya te habrás dado cuenta. He vuelto a ser la que era antes de conocerte. Que ya no me importa nada que pueda quitarme una sonrisa de la cara y me importa todo lo que pueda hacerme feliz. Aquella a la que no hundía ni dios. La que pasaba de malos rollos con la gente porque siempre iba a su bola, sin importarle nada de lo que pensaran los demás. Contigo fui muy tonta, una niñata, demasiado bipolar. Supongo que eran demasiadas caídas en tan poco tiempo y contra el mismo puto muro. Ahora todo ha cambiado, no haces daño, tampoco lo intestes, vuelvo a tener ese carácter que tanto te gustaba, con el que no podía nadie. ¿Pero sabes que? te lo vas a perder, me has perdido. Ya no me tienes, y se que te jode aunque disimules, se que quisieras que volviese a arrastrarme a ti. Siempre fuistes de un "ni todo contigo pero nada sin ti". Y ahora soy yo la que se ha cansado. Te dije para siempre y ahora te digo hasta nunca.

Y de repente pasa algo en tu vida que lo cambia todo en segundos. En ese momento es cuando te das cuenta de que has sido una gilipollas toda tu vida, que los problemas que has tenido no eran ni la mitad de los que podrías haber tenido, y que las amargaciones, las noches enteras llorando por ese chico al que no le importabas una mierda... son una mierda comparado con esto. Hay cosas en la vida que te marcan, que te marcan muchísimo, y que te hacen madurar en cuestion de segundos viendo lo mierda que puede ser la vida y enseñandote a vivirla aprovechando cada minuto de ella lo mas feliz que puedas, porque no sabes lo corta que puede llegar a ser.

A veces no hay segundas oportunidades. A veces es ahora o nunca. A veces quien se ha ido por su propio pie nunca vuelve. A veces te he odiado, te lo juro, te he odiado por ocupar toda mi vida, por ser tu nombre el único protagonista de mis palabras. A veces he intentado ser quien querían que fuera, pero eso no es lo mio. Prefiero sonreír cuando algo me alegre, llorar cuando quiera, saludar solo a las persona a las que me apetece saludar, levantarme un lunes de verano y convertirlo en un sábado, que me mires, y ya sabes, que le jodan al reloj. Prefiero soñar e intentarlo, caerme y levantarme cuando pueda (sin prisas). Que nadie me diga lo que tengo que hacer o lo que no puedo hacer, eso solo lo decido yo, yo decido si me quedo a dormir en el sofá, si te quiero o te dejo de querer o si esa canción me recordaba demasiado a ti.

Fuimos

Que fuimos demasiado fugaces. Que también demasiado cobardes. Que no fuimos nada y lo fuimos todo. Que fuimos sonrisas. Que fuimos días que hablaban de amor y despedidas. Que fuimos esa música que te hace llorar un domingo por la tarde. Una película con un final de mierda. Que fuimos de odiarnos los domingos y echarnos de menos los lunes. Que fuimos realmente idiotas por elegir caminos diferentes.

te eche demasiado de menos 

cuando lo unico que tenia que haber hecho

era echarte de mas...